Grupo A – ¿Será pan comido para Italia?
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Ya está en marcha la cuenta atrás y tenemos muchísimas ganas de que llegue el 11 de junio para que dé comienzo la Eurocopa. El torneo iniciará con un enfrentamiento entre Italia y Turquía en Roma, como punto de partida a un mes de fútbol del más alto nivel. Estas dos selecciones estarán acompañadas por Suiza y Gales, lo que hará que este grupo sea uno de los más competidos y difíciles de predecir, especialmente en lo que respecta al segundo y tercer puesto.
La favorita: Italia
Italia parte como gran favorita del grupo, tras haber ganado con facilidad todos los encuentros de la fase de clasificación, marcando nada menos que 37 goles. Esta situación contrasta claramente con la del Mundial 2018, para el que no se pudo clasificar. Su racha sin perder ya es de 27 partidos, lo que confirma el resurgir del combinado italiano tras su cruel eliminación en el play-off ante Suecia de hace tres años.
Mancini retocó el equipo y está claro que el énfasis ahora está en tres pilares: fútbol de ataque, jugadores técnicos y, sobre todo, jóvenes. En la fase de clasificación, Italia marcó una media de 3,7 goles por partido, encajando tan solo 4 goles en toda la fase. Su formación 4-3-3 le permite presionar, jugar a la posesión y atacar con velocidad.
Italia explota sus puntos fuertes, y eso será crucial cuando se enfrenten a equipos rápidos como Turquía y Gales. Los italianos acudirán a este torneo en busca de su primer título de la Eurocopa desde 1968, y no nos sorprendería que este fuera el año en que se rompiera el maleficio. El hecho de que vaya a jugar en casa los tres primeros partidos de la fase de grupos también es un plus y podría aumentar sus posibilidades.
La aspirante: Turquía
Tanto Turquía como Suiza tienen la misma cuota para ser segundas de grupo. Turquía fue toda una sorpresa en la fase de clasificación gracias a su brillante actuación y logró sumar cuatro puntos ante la actual campeona del mundo, Francia. Al final, se marchó con 7 victorias en sus 10 partidos, siendo la selección que menos goles recibió en el grupo. Su registro de tres goles en diez partidos hacen que estos sean sus mejores números defensivos en una fase de clasificación desde 2000.
Después de años de mucha irregularidad en la defensa, es un soplo de aire fresco para los aficionados turcos poder disfrutar de una defensa tan sólida. Gran parte de ello se debe a Soyuncu, del Leicester City, un jugador que seguramente estará acompañado por Demiral y Kabak en el centro de la defensa.
Sin embargo, en la línea de ataque se da una situación muy diferente: Yilmaz tiene ya 35 años, mientras que Tosun ha sido finalmente descartado de la Eurocopa. Sin embargo, el técnico, Gunes, fue el principal artífice del tercer puesto obtenido por Turquía en el Mundial 2002 y no deberíamos subestimar su pedigrí.
Turquía disputará sus dos últimos encuentros de la fase de grupos en el Estadio Olímpico de Bakú, algo que podría beneficiarle, ya que prácticamente será como jugar en casa, teniendo en cuenta los estrechos vínculos entre ambos países.
La irregular: Suiza
La fortuna de Suiza ha cambiado bastante tras terminar como semifinalista en la primera Liga de Naciones; en la edición de 2020, tan solo logró una victoria. Sin embargo, el denostado jugador Granit Xhaka rinde mucho más con su país que con su club. Del mismo modo, Xherdan Shaqiri, que tuvo un papel muy secundario en la temporada de Liverpool este año, tiene la costumbre de ofrecer su mejor versión con la selección.
Sin embargo, no se puede descartar el hecho de que su falta de minutos a lo largo de la temporada le impida llegar al torneo con la capacidad de dirigir el juego de la forma que él sabe. De hecho, no jugó ni un solo minuto en la fase de clasificación debido a una lesión, y Suiza solo logró terminar primera de grupo gracias a que Dinamarca no consiguió ganar a Irlanda.
Hay muchos interrogantes sobre la capacidad mental de Suiza para rendir en un gran escenario como este y progresar a la fase de eliminatoria, sobre todo teniendo en cuenta que no ha llegado a unos cuartos de final desde el Mundial 1954. En líneas generales, su defensa debe mejorar, ya que concedió goles en la mitad de sus partidos de la fase de clasificación, e Italia y Gales serán una importante piedra de toque en este aspecto. Al igual que en la fase de clasificación, necesita obtener resultados si quiere superar el Grupo A.
La tapada: Gales
Antes de la Eurocopa 2016, Gales había tardado 57 años en clasificarse para un torneo importante. Y lo hizo debido en gran medida a un nuevo formato mediante el cual se incluyó a un mayor número de equipos en la fase final de la competición. Sin embargo, esta nueva generación galesa no le tiene miedo a nada.
Y lo demostró al llegar a las semifinales de la Euro 2016. Gales empezó con dudas al principio de la fase de clasificación, pero luego encontró el rumbo. Tanto Gareth Bale como Aaron Ramsey han sido indispensables y han marcado goles vitales por el camino. Su mezcla de talentos experimentados y nuevos funciona muy bien, lo que convierte a Gales en un equipo ofensivo con delanteros rápidos. Sin embargo, su despliegue defensivo también es importante.
Gales tuvo que sustituir a Ryan Giggs por Robert Page como seleccionador, pero la buena noticia es que este conoce bien al equipo al haber sido antes asistente del primero. Las selecciones con cambios bruscos de técnico rara vez obtienen buenos resultados en los grandes torneos y Gales espera que este no sea el caso para ellos.
Junto a los jugadores más experimentados, también están surgiendo nuevos miembros de la zaga, como Joe Rodon y Neco Williams. Sin embargo, después de no disfrutar de demasiados minutos a lo largo de la temporada, saltar a la titularidad de la selección podría resultar una curva de aprendizaje demasiado pronunciada para ellos. Por increíble que parezca, Gales sigue dependiendo de Gareth Bale como hombre de referencia. Aunque no sea el mismo jugador que arrasó a su llegada al Real Madrid, seguimos viendo destellos de su antiguo yo.
Para pasar a la siguiente fase, Gales tendrá que puntuar ante Turquía y Suiza. El hecho de que tenga muchas opciones de romper los pronósticos seguramente hará que los partidos de Gales estén cargados de emoción.
Partido destacado: Italia – Turquía
Es difícil mirar más allá de este partido a la hora de decidir el encuentro más destacado del grupo. Este partido supondrá la vuelta a la normalidad, ya que se espera una buena cantidad de aficionados dentro del estadio, un regalo para la vista y una sensación que ya echábamos muchísimo de menos.
Esta es solo la segunda vez en la historia de Turquía que competirá en su segunda Eurocopa consecutiva, y las cuotas están claramente a favor de Italia. La selección “azzurra” tiene mucho que demostrar después de perderse el Mundial 2018, y los aficionados locales se encargarán de darles un empujón extra. Este es el escenario que los jóvenes talentos italianos estaban esperando, y la oportunidad perfecta para devolverle a Mancini la confianza que ha depositado en ellos.
Conclusión
Aparte de que Italia es la clara favorita de este grupo, es difícil adivinar quién va a acompañarla más allá de la fase de grupos. Turquía ha brillado en la fase de clasificación, pero su estado de forma en los últimos tiempos ha dejado mucho que desear, ganando únicamente dos de sus últimos once partidos, uno de ellos contra Andorra.
Esta mala racha también ha significado el descenso de la Liga B en la Liga de Naciones. El resultado de su primer partido contra Italia será clave y nos mostrará si Turquía tiene la fortaleza de salir airosa de la presión del partido inaugural del torneo. Una derrota podría suponer un gran golpe psicológico difícil de recuperar. Del mismo modo, también será muy importante el resultado del primer partido entre Suiza y Gales. Aunque se espera que Italia termine primera de grupo, las otras tres selecciones tienen una buena oportunidad de pasar como segunda o incluso tercera de grupo.
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