Pochettino, presente y futuro
Si medir los tiempos es esencial en el fútbol, tanto dentro como fuera del terreno de juego, el Real Madrid probablemente se ha equivocado intentando reemplazar, bajo presión, a Zinadine Zidane con el jefe del Tottenham Hotspur, Mauricio Pochettino.
Desde luego, el entrenador argentino se ha mostrado capaz de llevar las riendas de cualqueir equipo con una nueva temporada sensacional con su Spurs. Desde el empate a 1-1 en la ida de la fase de grupos de la Champions, en el Santiago Bernabéu a, quince días más tarde, la confirmación de que el Tottenham es un equipo capaz de ganar a cualquiera, como ocurrió contra el Madrid, con un convincente 3-1 en el partido de vuelta en Wembley, Pochettino ha demostrado su valía cómo entrenador.
El fútbol suele decirnos que lo que el Real Madrid quiere normalmente lo consigue, y podría decir casi con certeza que a Mauricio Pochettino algún día le encantaría estar a cargo del club de fútbol más grande del mundo.
Pero no ahora, todavía no
El hecho es que Pochettino tiene asuntos pendientes en el Tottenham. Su nuevo estadio está listo para acabarse a tiempo, a inicios de la temporada 2018-19. Un proyecto vanguardista de 62,000 plazas que lo convertirá, después de Old Trafford, en el segundo estadio más grande del país perteneciente al club que juega en él.
Alrededor de 26.000 nuevos socios que se sumarán a los 36.000 que solían acudir a White Hart Lane. Se espera que el nombre del nuevo terreno genere una gran cantidad de ingresos, algo que se estima alrededor de los £400m que ayudarán con el costo del proyecto, pero también para mejorar la plantilla.
El club planea acoger su primer partido de la NFL -como parte de un acuerdo de diez años- el 14 de octubre, cuando los Seahawks de Seattle jueguen contra los Oakland Raiders en Tottenham. Y estar entre los cuatro primeros de la Premier y conseguir un lugar en la Champions League es más importante que nunca. De momento el objetivo parece poder alcance ese sin tener el presupuesto de los otros grandes seis clubes ingleses.
Se avecinan días ajetreados, pero el Tottenham está tranquilo
Su presidente Daniel Levy tiene la sartén por el mango. En el último contrato firmado por Pochettino en mayo del 2016 eliminó la cláusula de rescisión, así que Florentino Pérez tendrá que negociar con Levy si quiere a Pochettino.
Ya le puedo decir yo su respuesta: lo siento, pero no. Mauricio es demasiado importante para el futuro del club.
Lo más impresionante es que lo ha logrado con una mezcla de adquisiciones inteligentes y una academia asombrosamente admirable, muchos de cuyos integrantes se han convertido en una parte importante de la alineación titular de Inglaterra.
Convencer para que se queden al menos un año más, no con dinero, sino con los valores humanos que ha transformado en jugadores que son – o muy pronto serán – codiciados por muchos de los mejores clubes del mundo (Harry Kane, Dele Alli, Eric Dier, Harry Winks, Danny Rose) podría ser su prueba más dura, su tarea más importante.
Con el Manchester City en casi segura posesión del título de liga esta temporada, el foco se centrará en el puesto final de la Liga de Campeones o en conseguir una plaza en la liga que le garantice un lugar en el torneo el año próximo.
Un verdadero extra sería también la FA Cup -un trofeo que han ganado ocho veces en su historia, pero no en los últimos 27 años- aunque solo sea para silenciar de una vez por todas a aquellos que casi a diario insisten -erróneamente, por cierto- en que Pochettino no habrá tenido éxito hasta que gane una copa. Hay muchas maneras de valorar el éxito.
Por ahora Pochettino está a toda máquina con el nuevo proyecto. Mañana, ¿podría ser el Real Madrid, Argentina o incluso Inglaterra? Ya veremos, pero el Madrid haría bien en cuidar de Zidane y mantenerle al menos una campaña más.
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